El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y del Consejo Andaluz de Gobiernos Locales (CAGL), Fernando Rodríguez Villalobos, ha valorado este martes “positivamente” el trabajo desarrollado en el proyecto europeo MedSNAIL, en su balance final.  Este proyecto ha consistido en reevaluar y probar herramientas innovadoras para la transformación y sostenibilidad económica y ecológica del sector agroalimentario para responder así a diversos retos como la vulnerabilidad de los ecosistemas alimentarios ante el cambio climático; la pérdida de productos autóctonos o la falta de renovación generacional en la producción y comercialización de alimentos.

Rodríguez Villalobos ha explicado la labor de la FAMP en este proyecto subrayando que “hemos apoyado la difusión y comunicación sobre los productos locales y de temporada como herramientas para transformar los hábitos de consumo de los ciudadanos. Hemos trabajado en este proyecto con socios de otros países y en el caso de nuestra federación se ha localizado el área piloto en una comarca andaluza con un marcado carácter rural y un rico patrimonio natural como es el Valle del Andarax, en la Alpujarra almeriense”.

Una de las principales conclusiones extraídas de la implementación de MedSNAIL “es que una transición socialmente justa hacia una economía verde y circular no puede obviar la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios locales, reforzando su sostenibilidad, resiliencia y competitividad”.  

De igual manera, ha señalado como objetivo de este proyecto situar a las PYMES en el núcleo de todas las iniciativas. “También hemos trabajado muy de cerca con varios ayuntamientos de la zona como los de Almócita, Canjáyar, Laujar de Andarax y Ohanes, sin olvidar a la Asociación para la Promoción económica y el Desarrollo Rural de la Alpujarra-Sierra Nevada de Almería”.

La realización de esta iniciativa ha puesto de manifiesto algunas dificultades a las que ha habido que hacer frente como “la cuestión de la gobernanza, ya que los diferentes actores de un territorio implicados en los procesos de producción, comercialización y distribución no suelen disponer de una estructura de coordinación ni de un espacio para llegar a un consenso sobre variedades, métodos agrícolas o precios”.

Otra dificultad que el presidente de la FAMP no ha querido pasar por alto es la relativa al acceso a los mercados por parte de los productores de pequeña escala, la distribución y la logística, “teniendo en cuenta que ellos se encuentran en las zonas rurales, mientras que la demanda de estos productos se concentra en muchas ocasiones en las áreas urbanas, por lo que deben hacer frente a los elevados costes de transporte, agravados por la crisis energética actual”.

Entre las siete organizaciones socias de MedSNAIL hay dos universidades, dos asociaciones de mujeres rurales, una fundación para el desarrollo regional de un territorio y FAMP como socio líder, además de la fundación Slow Food, cuya filosofía ha inspirado el proyecto. “Esto nos ha permitido actuar desde una perspectiva holística, multidisciplinar y sumamente enriquecedora, no solo para los beneficiarios directos de las acciones desarrolladas por MedSNAIL, sino para las propias organizaciones socias”, ha destacado Rodríguez Villalobos.

En la ejecución de esta iniciativa se ha generado un catálogo de productos locales en vías de desaparición como la uva de Ohanes, los soplillos, la meloja, el queso de cabra y el empatatao. Para reforzar esta acción “hemos impulsado una campaña sobre consumo responsable lanzada en cinco idiomas y siete países, además de actividades educativas y de concienciación que han tenido como público objetivo las escuelas infantiles, estudiantes universitarios y ciudadanía interesada”.

El presidente de la FAMP también ha querido destacar la organización de un mercado local por cada socio del proyecto. “Estos mercados han contado con la participación de múltiples productores locales y artesanos que, bajo el paraguas ofrecido por MedSNAIL han presentado sus productos en uno o varios stands, dando así a conocer su trabajo de calidad. No quiero olvidarme tampoco de la alianza de restaurantes, que ha permitido estrechar el vínculo entre productores, productos, restaurantes y cocineros locales”, ha indicado.

Con MedSNAIL, la FAMP ha intentado en todo momento establecer sinergias con otros proyectos similares. Así, Rodríguez Villalobos ha recordado que en la conferencia final celebrada en junio de este año en Sevilla se invitó a otros proyectos enmarcados en el mismo programa. “Se desplazaron hasta aquí las universidades de Córdoba, Jaén y Cádiz para explicar respectivamente sus proyectos FruitFlyNet-ii, ARTOLIO y MedArtSal, lo que nos permitió aprender de sus experiencias y seguir generando redes con motivo de la cooperación mediterránea en el sector agroalimentario”, ha concluido.